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17 de octubre de 2013

José Diego Román desde la misión de Moyobamba en la selva peruana del Amazonas


José Diego Román Fernández, sacerdote diocesano de Sevilla, escribe desde Moyobamba, Perú, su misión en la selva peruana del amazonas donde vive y trabaja desde hace tres años.
Cuenta este misionero que allí el verano es en enero y febrero y que siguen con las actividades habituales del curso.
Recuerda la celebración del Corpus Christi, “que este año como novedad hice la procesión en dos pueblos. Era la primera vez que se hacía en un pueblo y la gente respondió muy bien, pero por la premura de ir a un pueblo y a otro, pues esa mañana tuve como todos los domingos tres eucaristías, no se pudieron hacer muchos altares, pero sí estaba lo fundamental que era el Señor Resucitado, paseando por los pueblos, de una manera más sencilla y humilde como fue su paso por la vida terrena”.
También cuenta su trabajo en las comunidades a las que visita dos o tres veces al año. “A la comunidad de Tupac Amaru, nombre Quechúa, no es la marca del Decathlon, sino una antigua civilización que existió acá en Perú, llegué después de unas tres horas de camino, esta vez no pudo venir el burro, el de cuatro patas, el otro burro que soy yo si llegue, un poco más cansado pero llegué, y mi sorpresa es que cuando llego, me dicen los católicos que hoy están inaugurando una secta de los protestantes, bueno digo yo, Dios me habrá puesto por algo, y si se llenó la Iglesia y principalmente de jóvenes, lo que un poco o bastante me dio pena de que muchos de los que fueron a la secta, en otra ocasión cuando yo iba a este pueblo venía a la Iglesia Católica y ahora los vi en la secta, y la verdad sentí un dolor profundo en el alma, como el que sentirá Cristo cuando nos apartamos de Él.
También a mediados de junio, hemos hecho en la parroquia una campaña de salud bucal, se pusieron en contacto conmigo unos estudiantes del último curso de Odontología de la UPAO (Universidad Privada Antenor Orreno), de Trujillo acá en Perú, para hacer gratuitamente en las comunidades: profilaxis, limpieza de boca, fluor…, también regalaron pasta y cepillos de dientes a las comunidades, en total fueron más de dos mil revisiones de boca en los distintos pueblos, incluyéndome también a mí, eran chicos católicos que antes de empezar la campaña me pidieron que les dijera la Eucaristía para que todo fuera bien, y ya veo que si fue bien, mejor de lo que esperamos, pues desde acá las gracias, sobre todo a Cimy, a Rosita Elenita, al doctor Mego y a su equipo de profesores, a Samy, a Bocanegra y a tantos que hicieron posible mejorar la salud bucal de mis parroquianos, que esperamos que se repita pronto para el año que viene”.
José Diego recuerda también en esta carta que “curiosamente el mismo día que en mi diócesis en Sevilla hemos tenido la ordenación de seis nuevos sacerdotes entre ellos dos que estuvieron acá en mi parroquia, concretamente Andrés Ramírez, hace dos años, y Manolo Arroyo el año pasado, se ordenaba de diácono Marcos Essaúd, otro fruto del Seminario de Moyobamba, que gracias a Dios se va consolidando y teniendo vocaciones, precisamente el sábado pasado les di un retiro a los seminaristas mayores, que en total ahora mismo son 29, buen número para la selva, que dentro de unos años si todo va bien, los párrocos no tendremos tantos pueblos como tenemos ahora. Seguimos inmersos en el proyecto de hacer la Casa-Hogar en la capital, en Moyobamba, para las chicas en edad universitaria que quieran estudiar y no tienen recursos económicos, actualmente se está viendo la donación del terreno, por parte de la municipalidad de Moyobamba, que va a buen ritmo pero que se le tiene que dar la forma legal...
En la casa parroquial, estamos ahora inmersos en una obra, para adecentarla mejor, pues las paredes eran de caña brava con barro y algo de cemento, es lo que acá llaman de quincha, o algo de eso, y la verdad está quedando bastante bien.
Seguimos con vuestra ayuda apoyando a varios jóvenes en sus estudios, para que sean profesionales, también me paso por los colegios y para no perder la costumbre de profesor doy algunas clases de Religión, ahora vamos a ir con un grupo de unos 150 jóvenes a un retiro de un fin de semana sólo de la parroquia, para que se encuentren con Dios, propiciar esos encuentros.
Bueno pues me despido ya de ustedes, pidiendo vuestras oraciones por esta misión que va a cumplir ya en octubre tres años, y la verdad también se van notando ya los frutos, pues este año entraron tres jóvenes en el Seminario y otras tres jóvenes en distintas congregaciones para ser religiosas, siempre es motivo de alegría para la parroquia y lo mejor es que continúan”